todo lo que entra tiene que salir

Asqueada, confundida y bastante hinchada las pelotas estoy con esta foto que se ha filtrado donde se me ve esperando a que Robertito Piazza me termine uno de esos vestiditos de 200 pesos que el sabe hacer.
El señor Roberto, ese culo roto indigno, no es capaz de poner un miserable revistero en esa sala de espera del orto que tiene y una se aburre demasiado. Entre la baranda del tul de los 400 vestidos viejos que tiene sin vender y la poca ventilacion de esa cueva donde atiende, no me quedó otra opcion que ponerme en bolas y matar el tiempo con uno de los consoladores que tiene en una canasta, a modo de tentempié. Soy humana mierdas, dejenme vivir!!!